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¡Derogatoria inmediata! ¡No a la 326!

  • Resolución Ministerial abre las puertas a la privatización de la escuela pública.
  • El Estado se desvincula de su deber y tira carga económica sobre padres de familia.

A través de la Resolución Ministerial 326-2020-MINEDU, el gobierno de Martín Vizcarra pretende desvincularse y desconocer su deber constitucional de velar por la mejora de la calidad educativa, como lo dice el artículo 16 de la Constitución Política del Perú: “Se da prioridad a la educación en la asignación de recursos ordinarios del Presupuesto de la República”. El artículo siguiente, el número 17: “En las instituciones del Estado, la educación es gratuita.”, también estaría siendo vulnerado con esta norma ministerial.

Para dilucidar dudas explicaremos de qué se trata. La Resolución Ministerial en cuestión es un dispositivo que permite crear convenios con entidades privadas sin fines de lucro para que sean gestoras de una o más instituciones educativas, es decir, que se les otorgue el control sobre uno o más colegios públicos determinados por el Estado. Estos convenios se darán por medio del Minedu o Gobierno Regional.

Uno dirá, pero ¿qué de malo tiene eso?, si el Estado no tiene plata para financiar y garantizar el correcto funcionamiento de los colegios, ¿por qué no acudir a entidades privadas sin fines de lucro para tal fin? El infierno está hecho de buenas intenciones, estimado lector. Gestionar significa tener el control total sobre docentes, auxiliares y personal administrativo, ya sea en términos contractuales, de nombramiento o incluso de derechos laborales. Para poner un ejemplo, si a uno de los docentes de escuela pública se le muere un familiar cercano, dispone de cinco días libres remunerados para procesar ese delicado momento. Pero, si se encuentra bajo el régimen de una escuela pública de gestión privada, este derecho dependerá del buen humor del director de dicha institución, dejando de ser obligatorio su cumplimiento.

De la forma antes mencionada se estarían recortando los derechos labores de la plana educativa. Además, la norma contempla que, al estar bajo el mando de una gestión privada, las reasignaciones de docentes nombrados no ocurran, que el orden meritocrático a la hora de nombramientos sea evadido y que la institución tenga el poder de hacer y deshacer contratos con el personal que mejor le convenga. Es decir, suprimir de un tirón un grueso de los derechos de docentes, auxiliares y administrativos que por tanto tiempo hemos luchado.

Como sabe todo peruano medianamente informado, las entidades sin fines de lucro en el país son principalmente las iglesias. Continuaremos con el ejemplo de los colegios parroquiales para alertar sobre el peligro que corre la gratuidad del sistema público. Pues, en estas instituciones el gasto llega a las familias de forma indirecta, a la hora de escuchar la famosa “donación de voluntad”. De esta forma se ocultan pagos bajo el término de “contribuciones voluntarias”, pero lo único que esto significa es el aumento del gasto mensual de padres de familia en la educación de sus hijos. Este es uno de los peligros que se correría en las escuelas públicas que sean convertidas al régimen de gestiones privadas.

Por parte del estado, la posición es clara acerca de lo que se busca con la implementación de esta normativa: Ahorrar todo el presupuesto que pueda y trasladar el costo de la educación pública, a través de un intermediario, a los padres de familia, sin escatimar en vulnerar derechos y evadir responsabilidades normadas por la Constitución. 

Estas iniciativas han sido tratadas de ser impuestas en el pasado, tanto el gobierno de Alan García, con la municipalización de las escuelas, como en el del dictador Alberto Fujimori. En ambas ocasiones la labor del magisterio, representado por el Sutep, negó la posibilidad de que se continúe con este maquiavélico plan neoliberal. Una vez más nos toca, como miembros del magisterio, hacer escuchar nuestra voz de queja y decir en un solo puño: ¡No pasarán! ¡No a la Resolución Ministerial 326!

¡No a la privatización de la escuela pública! 

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