• Bancada Magisterial le da la espalda a maestras, maestros y auxiliares.
• Persiguen objetivos políticos del CONARE-MOVADEF.

El SUTEP lucha hace 50 años por la defensa de los derechos del magisterio.

Las diferencias entre las causas que defiende el SUTEP, como legítimo y mayoritario representante de los maestros y auxiliares del Perú, y la organización fachada de Pedro Castillo, son muy claras y abundantes.

En 50 años de existencia, el SUTEP se ha caracterizado por su lucha consecuente, constructiva, que se sustenta en el trabajo de bases y que como frente único se ha opuesto a toda dictadura, autoritarismo, al modelo neoliberal y a la violencia terrorista.

Los derechos y reivindicaciones a favor del magisterio, desde la Ley del Profesorado, de 1984, su modificatoria, con la Ley 25212, y otros logros más, se conquistaron en el fragor de la lucha de masas, movilizando a miles de maestros y auxiliares por una causa común como es la mejora de las condiciones laborales y de la escuela pública, en cuya defensa jamás hemos claudicado.

Relacionamiento y resultados

Dirigencia del SUTEP en reunión de trabajo con la presidenta de la Comisión de Educación, Gladys Echaíz.

En paralelo, el trabajo de la dirigencia, desde las bases hasta el Comité Ejecutivo Nacional, ha hecho posible afianzar el relacionamiento político, dando resultados y respuestas que los gobiernos de turno le negaron al magisterio.

Con esa dinámica se logró, por ejemplo, que en el 2020 se concrete la modificatoria del Artículo 16 de la Constitución, incluyendo en su texto que el Estado debe asignar no menos del 6 % del PBI a Educación todos los años; y se logró también la aprobación y promulgación de la Ley del 100 % de la CTS para maestros, la norma con el mismo espíritu para auxiliares, la ley para el pago del 30 % por preparación de clases sin judicializar, la norma que dispuso el nombramiento de más de 12 mil compañeros auxiliares así como la de reconversión de más de 40 mil plazas docentes eventuales a orgánicas.

Ley del 100 % de la CTS para docentes contratados y auxiliares de educación. ¡Conquista del SUTEP!

Todas esas conquistas se hicieron gracias al relacionamiento con los representantes en el Congreso de la República, en un trabajo multipartidario y teniendo como único fin el beneficio común de los trabajadores de la educación, anteponiendo la reivindicación del magisterio sin renunciar a las diferencias políticas, como es válido.

Y es ahí donde radica una de las principales diferencias entre el SUTEP y la organización que desde Palacio de Gobierno dirige su ocasional ocupante, Pedro Castillo Terrones, con el apoyo de su servil ministro, Rosendo Serna Román.

Es preciso señalar que Castillo Terrones se negó a la promulgación de las leyes para el 100 % de la CTS, del pago de la deuda social sin judicializar y mantiene su actitud discriminatoria contra los compañeros auxiliares de educación, como también su comportamiento infractor a la Constitución al no acatar el mandato del Artículo 16.

Lobbies criminales

Castillo, Serna y su organización fachada usan el poder para atender sus intereses políticos.

Lejos de exigir que el gobierno cumpla con la reglamentación de las normas conquistadas por la lucha del SUTEP a favor de maestros y auxiliares, para que tengan efecto inmediato, los voceros de la organización de Castillo y su caja de resonancia en el Congreso, la denominada ‘Bancada Magisterial’, solo ha impulsado acciones que atentan contra el magisterio y la educación.

Desde el MINEDU, con Rosendo Serna a la cabeza frenan los procesos de nombramiento docente; buscan manosear el currículo escolar para introducir contenidos favorables a sus aliados del MOVADEF y otros grupos extremistas, y pretenden tomar por asalto la Derrama Magisterial, cuyo patrimonio pertenece solo a los maestros y auxiliares que de manera voluntaria aportan al fondo previsional. Su objetivo es robarse el patrimonio y liquidar la entidad.

Ese juego cómplice entre Castillo, su ministro de Educación, la ‘Bancada Magisterial’ y su organización criminal con fachada de sindicato, atentan contra las legítimas demandas de los maestros y auxiliares, y contra las esperanzas de más de ocho millones de escolares de recibir una educación en mejores condiciones de infraestructura y equipamiento, solo porque al ocupante de Palacio le interesa más sus intereses políticos y sectarios, que el bienestar de la comunidad educativa.

¡La lucha continúa!
¡Viva el SUTEP!