El neoliberalismo, para tapar su fracaso con sus cómplices gobiernos de turno, fieles implementadores de las políticas del Banco Mundial y del BID, viene desarrollando diversos programas que buscan mejorar la calidad educativa. Por la forma en que se aplican, y cómo se imparten, no cumplen con este fin; por el contrario, se han constituido en actividades de acoso laboral con efectos colaterales para los docentes, como son los factores de estrés, entre otros. 

Así pues, las presiones laborales – participación en grupos de interaprendizaje (GIA), capacitaciones fuera del horario de trabajo, el desarrollo profesional (estudio de postgrado) y las exigencias sociales (hoy en día el docente no solo recibe en el aula un alumno o alumna con carencias de conocimiento, sino también emocionales) – son algunas de las situaciones a las que se ven sometidos y que desencadenan reacciones biológicos desfavorables para su salud, más aún si no se implementa hasta hoy la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo (Ley 29783 del 20 de agosto del 2011). 

Las evidencias confirman que en la actualidad los docentes están expuesto a altos niveles de estrés, por lo cual padecen afecciones psicosomáticas como depresión, ansiedad, crisis de pánico, trastornos alimentarios y dermatológicos, colon irritable y disfunciones sexuales. Como es conocido, el origen de estas dolencias se atribuye al estrés generado a causa de la mala implementación de los programas que el Minedu desarrolla como PELA, Soporte, Fortalecimiento, Semáforo Escuela, Acompañamiento Pedagógico, entre otros. 

NOTA

• En conjunto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Sutep llevará a cabo el Foro Internacional sobre Seguridad y Salud en el Trabajo. Este importante evento que se realizará el 29 de noviembre contará con la presencia de representantes de sindicatos de Uruguay y Argentina. Se recogerán propuestas y experiencias para implementar la Ley 29783 sobre Seguridad y Salud en el Trabajo en el magisterio peruano.