Hoy comienza la II Huelga de Hambre Nacional, una medida extrema que pone en riesgo la vida y la salud de nuestros compañeros. Esta es una respuesta directa a la falta de atención del gobierno de Dina Boluarte y del Ministerio de Economía, encabezado por José Arista, quienes han destendido la educación de nuestras y nuestros estudiantes, e ignorado las legítimas demandas del magisterio peruano.

Objetivos de la huelga

La decisión de iniciar esta huelga de hambre fue tomada de manera unánime en la III Asamblea Nacional de Delegados del SUTEP, ante la falta de compromiso del gobierno para asegurar una educación de calidad para los hijos del pueblo y garantizar los derechos laborales de los docentes y auxiliares de educación. Esta huelga tiene un objetivo claro: exigir que el gobierno eleve el presupuesto para la educación a no menos del 6% del PBI, conforme lo manda la Constitución y las recomendaciones de organismos internacionales como Naciones Unidas. Además, se exige el cumplimiento de los acuerdos establecidos en la negociación colectiva con el Ministerio de Educación (MINEDU).

Nuestras justas demandas

Entre las principales demandas se encuentran:

• Incremento del presupuesto educativo al 6% del PBI.
• Plan de reducción de la brecha en infraestructura educativa.
• Pago de 400 soles por escolaridad a más de 73 mil docentes recientemente nombrados.
• Cumplimiento de la ley que establece el aumento para auxiliares de educación equivalente al 85% de la Remuneración Íntegra Mensual (RIM) de la primera escala docente.
• Aprobación del Proyecto de Ley para que se cumpla con el bono de 380 soles a maestros y auxiliares nombrados y contratados.
• Incremento de bonificaciones para docentes que laboran en zonas rurales, de frontera y VRAEM.
• Incremento de remuneración de 500 para docentes en el 2025.
• Pensiones dignas para cesantes y jubilados.

Responsabilidad del gobierno y consecuencias

Es fundamental que tanto los maestros como los padres de familia comprendan la gravedad de esta situación. La vida y salud de nuestros dirigentes están en juego debido a la indiferencia del gobierno. Esta huelga de hambre es una acción extrema, pero necesaria, para que nuestras voces sean escuchadas. Es nuestro último intento para que la educación de nuestros niños, niñas y jóvenes deje de ser la última rueda del coche y evitar la paralización de clases. Si el Ministerio de Economía no incluye nuestras demandas en el proyecto de presupuesto del 2025, que será presentado al Congreso a finales de este mes, nos veremos obligados a convocar una Huelga Nacional Indefinida en septiembre, lo que implicará la suspensión total de clases en todo el país, afectando a millones de estudiantes.

La responsabilidad de las posibles consecuencias de esta huelga de hambre y de una eventual paralización del sistema educativo recae directamente sobre el gobierno. Exigimos a la presidenta Dina Boluarte y al ministro de Economía, José Arista, que actúen con responsabilidad y cumplan con las demandas del magisterio peruano.

El SUTEP reafirma su compromiso con una educación pública, gratuita y de calidad para todos los hijos del pueblo. Nuestra lucha no es solo por los derechos laborales de los maestros, sino también por el futuro de nuestros estudiantes y la educación en el Perú.

¡El SUTEP no se rinde!