En todo el país existen escuelas en situación de abandono por parte del Estado.

Las reformas educativas que se han impuesto en nuestro país han servido para destruir el concepto público de la educación, para supuestamente “poner en evidencia” a los docentes, destruir nuestra profesión y abrir paso a la desinversión educativa. En este marco, el actual ministro de Educación, Óscar Becerra, ofende al magisterio peruano (como ya lo había hecho con las madres puneñas), por lo que la presidenta de la República, debe estar evaluando su permanencia luego del aclare que le hizo el presidente del Consejo de Ministros. Parece que el ministro es especialista en dispararse a los pies, becerrada tras becerrada.

Estrategia del neoliberalismo

El neoliberalismo educativo se manifiesta en dos campos: el económico y el ideológico. Económico para poder hacer negocios con la educación e invertir en beneficio del capital, como pretende el proyecto de ley del congresista Alejandro Cavero, con el único afán de beneficiar a las empresas y no a los estudiantes.

El campo Ideológico, para que lo que se enseñe esté al servicio de las empresas y de las demandas del mercado y, por ende, formar seres consumistas y no integrales, conforme a su visión de ciudadanía.

A esto se debe el abandono de la educación por parte del Estado desde los 90, con presupuestos ínfimos que fomentan la ampliación de brechas en infraestructura. En ocho años de existencia del PRONIED, organización creada para reducir la brecha de infraestructura, esta creció de 60 mil millones a 153 mil millones de soles.

Las inversiones del PRONIED no han sido suficientes para resolver la brecha de infraestructura.

El proyecto Cavero

El proyecto de ley presentado por el congresista Cavero propone la implementación de váuchers educativos, para otorgar subsidios a las empresas privadas para que reciban a nuestros estudiantes.

¿Este mecanismo les permitiría a los padres de familia tener un mayor poder de decisión sobre la educación de los hijos en edad escolar? Totalmente FALSO.

Lo que va a ocurrir es que habrá más corrupción en el MINEDU para en la selección de instituciones educativas privadas aptas para brindar el servicio educativo ya que los colegios se pelearán por los estudiantes, en calidad de mercancía, bajo la lógica de que a más estudiantes más ganancia.

Muchos estudiantes de colegios estatales se irán a los privados y habrá EXCEDENCIA vía racionalización, desplazamiento de docentes y auxiliares de educación, menos contratos y cierre de instituciones educativas públicas.

Los váuchers se plantean para uso focalizado; es decir, el MINEDU elegiría aquellas zonas o grupos que necesitan del subsidio en base a ciertos parámetros, ¿pero que hay entonces de las zonas rurales, de los escolares de los distritos donde no haya instituciones educativas privadas? Simplemente van quedar abandonados, discriminados, excluidos y marginados por el Estado.

Los estudiantes de las zonas rurales y periféricas, donde no hay escuelas privadas, quedarán marginados.

Este proyecto se encuentra en el marco del capitalismo salvaje, bajo la teoría de uno de sus ideólogos, el economista Milton Friedman, que inspiró su aplicación total o parcial desde EE. UU. a otros países. En Chile, los resultados no mostraron ninguna mejora para los estudiantes y lo único que se logró fue la segregación entre estos; es decir, el acceso a colegios privados (y de mayor calidad) aún dependía altamente de los ingresos de la familia, a pesar de que existía el váucher.

Por lo tanto, no ayuda a los estudiantes pobres a tener acceso a una educación de calidad, no es una solución para mejorar la calidad educativa.

No es la solución

La iniciativa del congresista no soluciona el problema, al contrario, lo agudiza y sirve para hacer negocios con la educación, ya que los alumnos se convierten en clientes y la escuela se convierte en una empresa que debe satisfacer las necesidades del mercado de la educación.

Jean Petros dijo: “La educación encierra un gran tesoro, la educación maneja 10 mil billones en el mundo, uno de los sectores que se maneja más cantidad de dinero, este gran tesoro en el mundo y el nuevo capital trata de apropiarse y para ello desacreditan al magisterio y por ende a la escuela pública”.

Por eso, en el Congreso neoliberal intentan aprobar el proyecto de Ley N.º 2951/2022-CR, que pretende crear el sistema de proyecto que el SUTEP RECHAZA categóricamente y exige su inmediato archivamiento.

La escuela pública que defendemos es un modelo educativo ajeno al destino del dinero, que haga suyos los grandes ideales de libertad, igualdad y fraternidad en una aspiración constante hacia el bien común, teniendo como referencia la Declaración Universal de Derechos Humanos y las condiciones esenciales de aprendizaje para la vida.

Ese es el único modelo defendible frente a modelos elitistas y clasistas que buscan privilegios para minorías que quieren enriquecerse a costa del Estado. La educación de calidad para todos permite que todos tengamos las mismas oportunidades y medios para educarnos, sin exclusiones y con una finalidad de liberación y justicia social, tanto personal como colectiva, y no al servicio de la ideología capitalista dominante.

Reto del magisterio

Los maestros y auxiliares estamos firmes en defensa de la escuela pública.

Nuestro gran reto es ganar la batalla ideológica por la escuela pública. Esto implica contraponer al lenguaje neoliberal (de la libertad para unos cuantos), al de la igualdad sin discriminación ni exclusión. El de un acceso a una educación que garantice una perspectiva crítica de la realidad y de la sociedad en que vivimos. Por eso, la escuela debe vincularse con la comunidad y de este modo rescatar la memoria histórica para construir nuestro presente y futuro.

McLaren coincide con Freire y señala que:

“Ee es necesario tomar a la educación como un lugar de transformación política en donde los oprimidos adquieran un compromiso político en la construcción de un mundo sin opresión”.

Asimismo, subraya la necesidad de una pedagogía anticapitalista y descolonizadora que incluya, entre otras cosas, la creación de escuelas a escala humana en las comunidades y la reducción del impacto ambiental en los establecimientos escolares y la cooperación entre los docentes y las autoridades locales, en lugar de la competencia del libre mercado.

Exigimos la defensa irrestricta de la escuela pública, universal, gratuita, de calidad, inclusiva y presencial como responsabilidad irrenunciable del Estado, quien debe garantizar el presupuesto necesario para infraestructura, equidad, acceso a la educación de calidad, capacitación y mejores remuneraciones.

El Estado debe garantizar en forma inmediata los recursos, materiales educativos, soporte emocional, contratación oportuna y medios necesarios para que toda la población reciba una educación de calidad durante toda la vida. La gratuidad de la educación es una condición imprescindible para su universalidad.

¡Estar alertas maestras, maestros y auxiliares de educación!

¡Unidos venceremos!