• Lluvias, inundaciones y huaicos han dejado a los colegios bajo las aguas.
• Locales educativos que no han sufrido daños se han convertido en refugio temporal para damnificados.

El recientemente inaugurado colegio Las Juntas, en Pacora – Lambayeque, quedó sumergido en las aguas.

En el 2017 fue El Niño Costero y ahora el Ciclón Yaku. Entre un fenómeno y otro han pasado seis años y la realidad es que las escuelas del país siguen siendo vulnerables, pese a que el Estado destinó más de 10 mil millones de soles para la denominada ‘Reconstrucción con Cambios’, principalmente en las regiones del norte del país. 

Lo ocurrido desde fines de febrero en regiones como Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad, pone en evidencia en nivel de desatención que han tenido los gobiernos de turno para con la infraestructura educativa: Colegios en estado de vulnerabilidad han colapsado o están inundados, y los colegios remodelados fueron levantados sobre zonas de peligro, sin previa adecuación ante desastres como las lluvias e inundaciones.

Esta situación ha dejado a casi cinco millones de niñas, niños y adolescentes sin la posibilidad de iniciar el Año Escolar 2023 el 13 de marzo, como se tenía previsto. La postergación se da no sólo porque muchos de los locales educativos han sido afectados, sino también porque en aquellos donde hay daños mayores se han instalado refugios temporales para acoger a los damnificados.

Tumbes

Colegio Baldomero Franco, de Tumbes, completamente inundado.

En la región Tumbes, las lluvias y el desborde del río Tumbes ha generado afectaciones en 120 instituciones educativas, según el reporte de la Dirección Regional de Educación. Esta situación obliga a más de 85 mil estudiantes, de los tres niveles (inicial, primaria y secundaria) a ver postergado el inicio del año escolar.

“Las instituciones educativas presentan filtraciones en sus aulas, fisuras en las paredes y techos, así como el derrumbe de los cercos perimétricos, que ponen en riesgo la integridad física de los escolares, personal administrativo y docentes”, comenta la compañera Nicida Saldarriaga, Secretaria General del SUTE Regional Tumbes.

Las aulas y el mobiliario educativo fueron alcanzados por las aguas.

Una de las instituciones más afectadas es el Colegio ‘Baldomero Franco’, que quedó completamente inundado. Hay colegios en los que además de los aniegos por las lluvias se han generado colapsos del sistema de alcantarillado, generando focos infecciosos.

Piura

La situación es similar en la región Piura, donde las lluvias convirtieron a las calles de las ciudades en verdaderos ríos. Esta vez, a diferencia del 2017, el desborde del río Piura no fue un peligro latente, pero sí los millones de metros cúbicos de agua acumulados en las calles por las torrenciales precipitaciones.

Colegio Manuel Scorza, en Piura.

El 1 de marzo, la UGEL Piura reportó que 75 colegios privados habían iniciado el Año Escolar. Sin embargo, se decretó la suspensión de clases de manera general ante la situación de emergencia.

La compañera Juan Rosa Ordinola, Secretaria General del SUTE Regional Piura, menciona que algunas de las instituciones más afectadas son los colegios ‘Manuel Escorza’ y 14915 ‘Los Órganos’, donde incluso hubo colapso de árboles al interior de la escuela, dañando la infraestructura nueva.

Colegios que fueron mejorados por la ARCC siguen siendo vulnerables.

“Las instituciones educativas han colapsado, el agua también está ingresando a través de los techos y las ventanas que están sin vidrios. Se han formado lagunas inmensas en los alrededores y eso hace imposible ingresar a los colegios, por eso es nuestra preocupación. Insto a los maestros y auxiliares a ponerse a buen recaudo”, comenta.

Las escuelas de Piura han resultado seriamente afectadas.

En Yapatera – Chulucanas los docentes se han desplazado en cámaras de llantas sobre el agua, mientras que en Canchaque, Huancabamba, Morropón y otras localidades de la región hay serias dificultades para llegar a las escuelas. 

Lambayeque 

Uno de los escenarios más críticos es el que se vive en Lambayeque, principalmente en los distritos de Pacora, Íllimo, Túcume, Mórrope, Olmos, Oyotún, Jayanca y Pítipo, donde se han producido serios desbordes.

En Lambayeque, las instituciones educativas quedaron con grandes aniegos.

La zona más afectada es la parte baja del valle La Leche, donde el río del mismo nombre ha dejado a las poblaciones bajo las aguas, llegando incluso a metro y medio de profundidad.

Así, el compañero Saúl Villalobos, Secretario General del SUTE Regional Lambayeque, reporta daños severos en instituciones como el colegio ‘Tupac Amaru’ de Tumán; ‘José Olaya’; ‘San Julián’ de Motupe; ‘Las Juntas’, de Íllimo; ‘Santo Toribio de Mogrovejo’, de Zaña; y locales educativos de distritos que concentran la mayor población escolar como Chiclayo y José Leonardo Ortiz. 

El Colegio Las Juntas, de Pacora, fue inaugurado en junio pasado. Hoy está inundado.

También han resultado afectados los colegios CEBE ‘San judas Tadeo’, ‘Santa Lucia’ de Ferreñafe  y 11034 de Pítipo.

“Hay locales educativos como el San Luis de Ferreñafe que ha sido reconstruido, donde todo estaba listo para el inicio de clases, pero que ante la emergencia se ha convertido en refugio. El colegio de Las Juntas, en Íllimo, fue inaugurado el año pasado y hoy está bajo el agua”, señala.

Lambayeque tiene más de 300 mil escolares. 

La Libertad

Los colegios de La Libertad quedaron llenos de agua y lodo por los huaicos.

La activación de quebradas como consecuencia de las lluvias torrenciales ha causado serios daños a la infraestructura educativa de la región La Libertad.

Colegios de Guadalupe, Chepén y Pacasmayo, así como de la provincia de Ascope, han quedado inundados, de acuerdo a lo que informa el compañero Sergio Pinedo, Secretario General del SUTEP La Libertad.

Los daños también se evidencian en los distritos andinos de la región, dejando bajo el agua locales educativos como en Quirihuac.

La vulnerabilidad de los colegios es muy alta.

Otras regiones en las que se ha declarado la postergación del inicio del Año Escolar son Áncash, Cajamarca, Lima, Callao e Ica. 

Es urgente que el Ministerio de Educación, en coordinación con los gobiernos regionales y locales, defina cuál será el plan de recuperación de la infraestructura educativa, previniendo además situación colaterales como la proliferación del vector de enfermedades endémicas como el dengue. 

Las instituciones educativas no solo deben ser seguras, sino también contar con acceso a servicios básicos como agua y alcantarillado, tan necesarios en esta emergencia.