En el Perú tenemos cerca de 8 mil niños y niñas en la etapa escolar con el Transtorno del Espectro Autista (TEA). Casi 5 mil estudian en colegios de educación básica regular. ¿En realidad el Minedu les garantiza una educación de calidad?

A pesar del Decreto Supremo N° 026-2003-ED, que instauró la Década de la Educación Inclusiva entre el 2003 y 2012, y el actual Plan Nacional para Personas con TEA, padres de familia y especialistas alertan deficiencias en el servicio educativo que se ofrece a los estudiantes con autismo en las instituciones educativas regulares.

Entre los problemas más alarmantes están la falta de vacantes, poca información de los padres, dificultades en la capacitación de los maestros y discriminación. Por su parte, el Minedu ha dispuesto que las instituciones públicas y privadas tienen que destinar 2 vacantes por aula para estudiantes con alguna discapacidad o trastorno. ¿Esta disposición se cumple?

La directora de la Asociación Educativa Kallpa, Anité Puente Arnao, nos reponde: «Es necesaria la norma, aunque siempre de la mano con la capacitación. Las instituciones educativas no están cumpliendo la norma porque como ellos mismo lo verbalizan no se sienten preparados, no tienen recursos económicos. Las adecuaciones curriculares, refuerzos académicos individuales, facilitadores de aprendizaje implican mucho trabajo y por ende requieren en ocasiones mayores recursos humanos».

Por otro lado, la directora de la institución educativa Fray Masías, Milagros Villalobos, destaca que el arte puede ser usado como medio rehabilitador para desarrollar las habilidades y actitudes de los niños/as con autismo. «Siempre es lo mismo, no hay presupuesto, no hay presupuesto. Es la obligación del Estado, del Ministerio de Educación, capacitar a los maestros, ya que no están formados para realizar una currícula adaptada, eso implica mucho trabajo. A través del arte se puede lograr una inclusión social y laboral».