windows 10 pro lizenz kaufen office 2019 pro lizenz kaufen office 365 pro lizenz kaufen windows 10 home lizenz kaufen windows 10 enterprise lizenz kaufen office 2019 home and business lizenz kaufen office 2016 pro lizenz kaufen windows 10 education lizenz kaufen visio 2019 lizenz kaufen microsoft project 2019 lizenz kaufen microsoft project 2016 lizenz kaufen visio professional 2016 lizenz kaufen windows server 2012 lizenz kaufen windows server 2016 lizenz kaufen windows server 2019 lizenz kaufen betriebssysteme lizenz kaufen office software lizenz kaufen windows server lizenz kaufen softhier.com instagram ucuz takipçi satın al instagram ucuz beğeni satın al instagram ucuz görüntülenme satın al instagram ucuz otomatik beğeni satın al facebook ucuz beğeni satın al facebook ucuz sayfa beğenisi satın al facebook ucuz takipçi satın al twitter ucuz takipçi satın al twitter ucuz beğeni satın al twitter ucuz retweet satın al youtube ucuz izlenme satın al youtube ucuz abone satın al takipçi hilesi

Recordamos la gesta popular del 19 de julio de 1977

retorno-a-la-democracia

Trabajadores y Magisterio en pie de lucha.

El dictador Morales Bermúdez gobernaba el país implantando paquetazos económicos y el toque de queda para acallar la protesta de los trabajadores y el movimiento popular organizado. Los pueblos del sur del país asumían acciones de lucha; así como, los trabajadores mineros y el magisterio nacional organizado en el SUTEP.

Al respecto, surgieron paralizaciones en Arequipa, Cusco, Puno y otros pueblos del país; así como, el PARO NACIONAL del magisterio del 5 de julio de ese año; acción que el historiador sanmarquino Manuel Valladares Quijano precisa: “Por sus antecedentes de éxito en confrontaciones con el gobierno militar de las dos «fases» (…), el Sutep avanzaba, sin que nadie pudiera contenerlo, salvo la represión armada, a otro de sus éxitos el 5 de julio de 1977. Con ello, además de luchar por la solución de su propio pliego de reclamos, el magisterio se sumaría a la tempestad de protestas que no se sabía cuándo amainaría” (Investigaciones Sociales, AÑO XI N° 18, UNMSM / IIHS, Lima, 2007, pág. 261); acciones de lucha que tenían un fin común: ¡Retorno a la democracia!

Ante la oleada de movilizaciones y paralizaciones, la dictadura militar decreta el estado de emergencia en todo el país; sin embargo, “el paro del 19 de julio es ampliamente acatado por los trabajadores en la mayoría de las ciudades y provoca múltiples y masivas movilizaciones callejeras en los barrios populares. Fue el más importante paro realizado en el Perú desde el paro de enero en 1919 por la lucha para la jornada de ocho horas” (Sulmont, D. (1979). El movimiento obrero peruano 1890-1979. Reseña histórica. Lima: Tarea, pág. 110).

Como la convocatoria la había realizado el Comando Unitario de Lucha (CUL), encabezado por la CGTP y varias federaciones independientes, la respuesta de los trabajadores y el pueblo fue contundente; pero la dictadura militar reprimió cruelmente y ultimó a los pobladores Julio Laynes, Flor Arcaje, Fluira Pardavé, Jorge Jáuregui, Zenobio Pastrana y Juan Flores en Comas; héroes de la democracia, cuya gesta está esculpida en un monumento en el lugar donde fueron ametrallados (Av. Túpac Amaru km 12, Comas).

Asimismo, la dictadura decretó el despido de cinco mil trabajadores sindicales, que habían liderado el paro. Los empresarios fueron doblemente premiados: Paz social y retorno a la democracia. Como siempre el pueblo padeció la injusticia y los muertos. ¡Lección que algunos líderes progresistas hasta ahora no han aprendido!

A pesar de todo ello, la gesta popular nos legó sabias enseñanzas. Por ejemplo, para asumir una acción de lucha debemos partir de la realidad y no de nuestros deseos, ya que en ese momento el pueblo exigía el retorno a la democracia; asimismo, la UNIDAD del movimiento sindical y popular es requisito fundamental para exigir el cumplimiento y respeto de nuestros derechos; en vista que el sectarismo y dogmatismo favorece a los que ostentan el poder, tal como sucedió en esa época con los pucallactas, que controlaban la Federación de Centromín Perú, que fue el único gremio que no paralizó porque sus dirigentes equivocadamente consideraron que el “paro era revisionista”, tan igual como los senderistas que traicionaron esta lucha de masas y no de camarillas; hoy estos supuestos revolucionarios se denominan Coordinadora Progresista y Movadef, y que bien saborean el café del Parlamento Nacional, al cual llamaban «Establo Burgués».

Finalmente, expresamos nuestra solidaridad con los pobladores, maestros y auxiliares de educación del valle de Tambo que se oponen a la explotación de las minas Tía María y la Tapada, lucha que es justa en defensa de las aguas del río, el medio ambiente, la agricultura, la vida y salud de las personas y las especies como el camarón, el pejerrey y otras que habitan en las aguas, que se verán afectadas con la contaminación provocada por la actividad minera. Debe respetarse la decisión democrática del pueblo y asumir la diversidad productiva que es renovable y fructífera.

4.1 (81.82%) 11 votes